No pude evitar que se me escapara un gritito de emoción.
Despues de todo, Leo había cumplido su promesa Me había llebado a los establos donde él trabajaba. Lo miré sin poder articular palabra.
-Venga, elige el caballo que quieras montar-dijo, divertido al ver mi cara de embobada.
-¿Puedo montar el que yo quiera?-pregunté emocionada, intentando que no me temblara la voz.
Él asintió.
Me volví y le miré intensamente.
-Leo...no hay palabras para agradecerte esto...yo...
-No hace falta que me lo agradezcas. Yo cumplo mis promesas, eso es todo-titubeó antes de decir lo siguiente-Además, sabía que te iba a gustar. Bueno, menos charla, que tienes que elegir tu montura.
Me adentré en los establos y observé los caballos.
Eran todos preciosos, había de todos los colores y tipos. Pero no había ninguno que conectara conmigo especialmente. Seguimos avanzando y cuando llegamos al fondo del establo vi un caballo espectacularmente negro. Tenía una porte majestuosa que le hacía destacar de los demás.
Me aproximé hacia él, embelsada y le acerqué la mano para que fuera acostumbrándose a mi olor.
-¿Cómo se llama?-pregunté sin apartar la vista del caballo.
-Kiba-contestó, observándome con atención.
Le acaricié el cuello y me agradó el tacto suave que tenía su pelaje.
-Le gustas-comentó Leo sorprendido- Normalmente detesta que le acaricien.
Sonreí, complacida. Kiba era perfecto.
-¿Puedo montar este?
-¡Claro!-me miró, divertido-Ve saliendo fuera que tengo que sacar los caballos.
-¿Los caballos?
-Kiba y Nuba, mi yegua.-se echó a reír- ¿Qué te pensabas ¡Yo también quiero montar!
Me ruboricé avergonzada. <<Qué estúpida eres, Maria>> me dije.
Salí de los establos y el viento me dio de lleno en la cara
Me encontraba en una pradera llena de hierba verde y fresca y de vez en cuando había salpicadas florecillas de distintos colores. Aspiré el aire, que olía a paja, mezclado con un olor a pinos y hierba.
Abrí los brazos, recibiendo el aire de lleno. La ropa se me pegaba al cuerpo y mi pelo ondeaba hacia todas las direcciones.
Me sentí libre y feliz.
-¿Disfrutando?-me sobresalté. ¿Cuanto rato llevaría Leo observando? Me giré para protestar, pero cuando lo vi con los caballos, me pareció tan adorable que me contuve y le sonreí.
En cada mano llevaba una cuerda, por la cual llevaba sujetos a Kiba y a Nuba. Nuba era muy bonita, tenía el pelaje color canela y las crines y las patas negras. Me acerqué a Kiba y él relinchó recibiendome con cariño. Le acaricié el cuello, le estaba cogiendo mucho cariño a aquel caballo.
-Leo...-vacilé un poco-yo... no sé montar a caballo.
-No te preocupes, lo suponía-me tranquilizó ató a Nuba y a Kiba a unos palos. Se volvió para mirarme.-a partir de ahora, voy a ser tu profesor. Todas las tardes te daré clases, hasta que sepas montar a la perfección.
Tardé unos momentos en asimilar lo que había dicho.
-¿Y cómo te voy a pagar? No tengo muchos ahorros y mis padres no me van a pagar las clases.
-No tienes que pagarme nada... Sólamente con verte sonreir me basta- pareció arrepentirse al momento de decir esto.
Se me subieron los colores y cada partícula de mi cuerpo quiso corresponderle con alguna frase bonita, pero no me salieron las palabras.. <<¿Por qué en estos momentos no soy capaz de contestar nada?>>me dije furiosa conmigo misma.
Me negué a que no recibiera ningún beneficio, pero como siempre Leo terminó por converncerme.
Apoyó un brazo en el lomo de Kiba y me miró largamente.
-Primera lección: cómo tratar a los caballos.
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Varias horas después...
Abrí la puerta de mi casa con la mente en las nubes. Leo era un profesor excelente, hoy había aprendido muchas cosas sobre equitación y cuidado de caballos. Me avisó que me llevaría bastante aprender a montar bien, que si no quería hacerlo que abandonara cuando quisiera. Pero yo lo tenía claro, iba a aprender a montar.
Cuando estaba entrando al salón para dejar las llaves, me enconré a mis padres sentados en el sofá con cara de pocos amigos.
-¿Sabes la hora que es?-preguntó mi padre con un tono de voz peligrosamente tranquilo.
Oh oh... Ni Leo ni yo nos habíamos preocupado de la hora...simplemente cuando ya estaba demasiado oscuro como para seguir habíamos parado. Ni se me había pasado por la caeza que pudiera ser tan tarde
Se avecinaba una bronca de las buenas
-Lo siento pero...
-¡Ni peros ni peras!-saltó mi madre- ¿Tú sabes lo preocupados que estabas tu padre y yo?
-Pero...
-¡No me interrumpas!-exclamó mi madre subiendo el tono voz.
-Nosotros confiabamos en ti, Maria. Pero nos has defraudado-me regañó mi padre, con un tono de voz que daba a ver lo decepcionado que estaba.
-¡Estás castigada 2 semanas sin salir! ¡Y ya nos explicaras mañana que demonios estabas haciendo! ¡A tu cuarto y sin cenar!-gritó mi madre fuera de si levantándose del sofá y apuntándome con el dedo.
Subí a mi cuarto furiosa y cerré la puerta con un sonoro portazo. Agarré un cojín y lo estampé varias veces contra la pared.
Cuando me cansé del cojín, me puse el pijama y me tumbé en la cama. <<Ellos no lo entienden>>me dije <<No les voy a hablar en la vida>>. Apagué la luz enfadada e intenté dormirme.
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Bueeeno ¿Os ha gustado lo de los caballos? :D
Ya se que Maria está siendo un poco injusta con sus padres... pero cuando estamos furiosos todos pensamos que otra persona tiene la culpa ¿no?
Porfavor comentar, que la inspiración por aquí es muy escasa!
Como en la encuesta todas habeis decidido que haga un blog de mi relato.... ¡dicho y hecho!
www.historiadeunanaufraga.blogspot.com
Solo que le he cambiado el título y he mejorado un poco el primer capítulo y he cambiado nombres. Aquí la foto:
Porfavor seguirlo! :D
Muchos besos a todas!
Comentar xfavor!!
ME ENCANTA!!
ResponderEliminarMaria, tiene toda la razon de enojarse, la pudieron haber llamado al celular no???
nisikiera se preocuparon de qu estaba haciendo ni con quien, por dios, son padres, primero escuchen y luego regañen.
Pobre, va a perder dos semanas sin montar a caballo...
Kiba la va a extrañar!!!
ojala y no se enferme...
Me encanta...
De veras, deberias publicar un poco mas seguido, por mi parte tienes todo el aliento que quieras!
cuidate y pasate por mi blog vale??
bye!
wolis lucky, primero soy diana un gusto, vi tu banner en unos blogg q visito y me decidi pasar por aqui; el nombre de tu histo es muy peculiar la parada, jeje llama la atencion.. tu histo va super, original, en serio eres buena narrando y me encanto o amé el antifaz jaja xD..
ResponderEliminarBueno me despido besillos...sigue asi te visitare prontillo..
Att:..*D!¡ana.
pobre maria
ResponderEliminarcomo va a ir ahora a las clases de caballo?
y kiba le va a hechar de menos...
enserio AMO tu historiaa!
como mis padres no me dejan tener una cuenta de blog...no puedo seguirte, pero siempre te comentare!
XXOXOXOXOXX